Un Bonsai de pino de 5 agujas con una rama primera en forma de tatami, larga y exagerada.
De 2011 hasta aquí el bonsai de pino ha mejorado mucho mucho. Se nota la densidad de la rama, las agujas muy pequeñas y equilibradas. El vigor entre las diversas partes del bonsái se ve muy similar y las nubes comienzan a perfilarse.
El árbol tenía una rama gruesa en tatami muy larga, muy de moda en los goyomatsu en años pasados. Resultaba demasiado cilíndrica y larga para la altura del pino así que esperamos a Taiga Urushibata que sin dudarlo optó por cortar la primera rama durante un taller que realizamos en Bonsai Center Sopelana. La cortó un poco más larga de lo necesario pero así daba al árbol la capacidad de cicatrizar en condiciones.
Lo siguiente fue alambrar completamente el árbol para poder equilibrar las ramas con el nuevo diseño. El árbol estaba muy descuidado.
Tenía un problema de hongos ya que había pasado demasiado tiempo en una zona húmeda y poco ventilada sin periodo de reposo invernal.
El nebari está bastante logrado aunque tiene un par de raíces que será necesario retocar para evitar que caigan rectas hacia el sustrato. Todo es cuestión de tiempo.
Las agujas aún son demasiado grandes y por falta de un pinzado adecuado nos encontramos con múltiples ramas que acaban en un racimo de ramillas saliendo del mismo punto con lo que no quedó más remedio que podar y alambrar. Teníamos que colocar algunas ramas en la parte superior frontal ya que el árbol estaba demasiado expuesto debido a la perdida de agujas por los hongos.
El árbol ha quedado más equilibrado. El ápice más redondeado. Las ramas más bajas. Algunas un poco rectas pero ya se irán poblando.
Necesita una maceta ligeramente más pequeña, con otro color, rectangular y con las patas más adecuadas ya que esta parece un poco bailarina.
Estos primeros trabajos han comenzado a dar sus frutos y a día de hoy podéis disfrutar de cómo está actualmente. Fuerte y vigoroso.
