Nikko Siginami-ki michi o avenida de los cedros sugi (Criptomerias) de Nikko.
El arbol es un ser sagrado en Japón.
La mayoria de la superficie arbolada del pais es propiedad de los diferentes monasterios.
Una de las razones es que el arbol es un vinculo entre los vivos y los muertos. Su longevidad los hace formar parte del recuerdo y de la memoria, por eso encarnan la manera de vivir y perdurar despues de la muerte.
A traves del arbol, el espiritu de un ser humano puede volverse divino.
Esta creencia ha servido para que muchos templos japoneses puedan financiarse.
Uno de los ejemplos mas famosos es el que nos ocupa :
Me refiero a la avenida de los Cedros japoneses ( sugi o Cryptomeria japonica ) de Nikko. Una carretera que antiguamente unia Tokio con Nikko y que esta bordeada por mas de 13000 cryptomerias, de las cuales mas de 400 son centenarias. Estos arboles comenzaron a plantarse hacia 1625 y 20 años despues se dio por concluida la avenida con mas de 37 km de largo.
En la actualidad el templo Toshogu (con sus tres famosos monos que se tapan uno los oidos, otro la boca y el tercero los ojos en lo que se interpreta como la doctrina budista de “no escuchar al diablo, no ver al diablo, no hablar al diablo ) , encargado del mantenimiento de estos terrenos no tenia dinero suficiente para financiar los trabajos necesarios asi que apelando a las antiguas creencias sobre el espiritu de los arboles decidio que toda aquella persona que prestara al templo 10.000.000 de yenes ( 75.000 euros) durante 10 años podria poner su nombre a uno de los cedros japoneses.
La idea fue un exito. El templo puso el dinero a plazo durante 10 años y con los intereses financio los trabajos de mantenimiento de la antigua ruta mucho mas larga en la actualidad. Cuando paso el plazo de 10 años. Los monjes devolvieron el dinero a cada propietario.