Foto cortesía de Antonio Payeras |
Cuando mis alumnos
comienzan a asistir a clases, aplican la
teoría aprendida para diseñar un bonsái colocando elementos según dictan las
normas. Rama aquí, allí, en el frente, que si una madera muerta…Una mayoría de
clientes que nunca han asistido a clases buscan un bonsái lleno de verde, una
masa homogénea de hojas sin importar forma, equilibrio o proporciones.
comienzan a asistir a clases, aplican la
teoría aprendida para diseñar un bonsái colocando elementos según dictan las
normas. Rama aquí, allí, en el frente, que si una madera muerta…Una mayoría de
clientes que nunca han asistido a clases buscan un bonsái lleno de verde, una
masa homogénea de hojas sin importar forma, equilibrio o proporciones.
Cuando asistimos a grandes
exposiciones de bonsái vemos ejemplares donde las líneas básicas del diseño se
pierden dando lugar a obras maestras difíciles de englobar en un estilo o en
otro. Únicamente podemos definirlos como kengai, moyogi…es decir clasificarlos
por la línea del tronco.
exposiciones de bonsái vemos ejemplares donde las líneas básicas del diseño se
pierden dando lugar a obras maestras difíciles de englobar en un estilo o en
otro. Únicamente podemos definirlos como kengai, moyogi…es decir clasificarlos
por la línea del tronco.
El resto es algo que
tenemos que visualizar, masticar y según pasan los días entender porque o
porque no es digno de estar en esa exposición. Un árbol recibe un premio y sin
embargo otro igual de estético, igual de difícil a la vista no obtiene premio.Con el paso de los años y
de ver y ver bonsái empezamos a intuir la importancia de los espacios vacíos en
su sitio justo.
La vista se dirige preferentemente
hacia los espacios vacíos que crean los bonsái: si queremos que nuestros
árboles den impresión de movimiento hay que cuidar más los espacios vacíos que
el equilibrio del peso de las ramas.
El espacio vacío es tan
importante como los elementos que ocupan y llenan y que se ubican sobre ese
espacio. El espacio vacío proporciona armonía y equilibrio a la composición,
provee el aire para que respiren los elementos que construyen el bonsái, libera de la confusión y del abarrotamiento.
Cuanto más amplio el espacio vacío, mayor el contraste de los elementos
positivos situados en él.El espacio vacío
representa el espacio alrededor del bonsái o elemento positivo de la escena. Cuando
existe y está bien ubicado ayuda a definir nuestro bonsái.
En la práctica, todos los
bonsái tienen dos espacios negativos primordiales. Un espacio interior y uno
exterior. Se distinguen ya que el principal o interior esta en la dirección de
la línea del tronco y en la mayoría de
los casos su tamaño es mayor que el resto de espacio vacíos. El espacio vacío
exterior o secundario esta en la zona opuesta al movimiento del tronco.
Lo que si es importante es
que la silueta del espacio vacío principal tiene que tener entrantes y
salientes, crestas… para que sea atractivo. Esta silueta se denomina boca de tigre o boca
de león y en las coníferas se busca de
manera primordial para un buen equilibrio. Un espacio con una silueta
redondeada o en punta de flecha no resulta efectivo en el conjunto.Ahora entenderemos mejor
los árboles que vemos en las exposiciones y concursos.
Saludos cordiales desde Bilbao