Hace un calor insoportable.
De golpe y porrazo los bonsais se quieren hacer arboles.
Las flores se han abierto por completo pero a la tarde lucen
alicaídas y sin vigor.
Las hojas de pronto se multiplican, se salen del diseño,
tapan la luz del interior.
Ahhh solución:
Pues a regar mas. Si, pero con mas cuidado
Humedad ambiental: riega alrededor, moja el suelo, pulveriza
agua al atardecer pero no encharques el sustrato.
El riego es como un mal amigo
Traicionero, solapado. Cuando mojas parece que todo se
revitaliza pero a veces en el fondo un exceso de agua, de cariño acaba
encharcando al pino y matándolo.
Por eso es bueno buscarse una sombra, una sombra bien
ubicada. Si continuamente cambias de sombra lo que sucede es que desorientas al
bonsái y ya no sabe si crecer, tirar las hojas o cosa por el estilo y tú, te
conviertes en un voluble.
Ya termino. Con este calor no apetece ni escribir aunque esté sentada. Como decía Pitágoras:
El comiezo de la sabiduría es el silencio
Saludos cordiales desde Bilbao
Beti Andrés